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Geronimo Prieto demanda a don Manuel Barrera por darle un esclavo con falencias. El esclavo fue cambiado por una negra, encimando la suma de veinticinco pesos de oro. Segun don Geronimo el esclavo, de nombre Isidoro, estaba “alunado”, ensuciaba la cama y no poseia facultad alguna para llevar a cabo alguna actividad ni oficio. En el proceso designan al esclavo como un “mentecato” y un “bobo”. En la continuacion del documento, se adjuntaron articulos y leyes para la argumentacion de cada una de las partes. El Alcalde Ordinario de Medellin, Don Francisco Angel de la Calle, decide que el caso debe pasar a la Real Audiencia en Santa Fe, a manos del doctor Felipe de la Romana Herrera. El caso fue sentenciado por el abogado, ordenando que cada una de las partes entregue cada negro a su antiguo dueño. Se ordena que a don Geronimo Pietro se le regresen los veinticinco pesos de oro que hicieron parte del "trueque". |
