Las modificaciones en procesos, la afectación a impuestos existentes y la aparición de otros como el monotributo fueron algunos de los temas abordados en la conferencia “Reforma Tributaria Estructural, el nuevo reto fiscal del país. Causas y efectos de la Ley 1819 de 2016”.
La comunidad académica de la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín compartió un espacio de disertación en torno al sistema tributario en Colombia y sus recientes modificaciones, con el contador público y coordinador de Contaduría Pública de la Institución Universitaria Salazar y Herrera, James Arboleda Cardona, por medio de la conferencia “Reforma Tributaria Estructural, el nuevo reto fiscal del país. Causas y efectos de la Ley 1819 de 2016”. La conferencia tuvo lugar el lunes 8 de mayo, en el auditorio Samuel Melguizo.
Allí, entre otros temas abordados, se dejó claro que, si bien la reforma tributaria recientemente aprobada por el gobierno colombiano era necesaria por el déficit fiscal del país y por la necesidad de solventar gastos como los que acarreará el posconflicto, no es propiamente estructural, como se ha dicho, pues como afirmó James Arboleda Cardona: “más fácil la llamaría temporal, dado que no se tocaron muchos temas que en el corto o mediano plazo se deben tocar, ¿Cómo cuáles específicamente? El de la articulación de la tributación del país con los estándares contables internacionales. Por eso yo la llamo temporal porque creería que en los próximos dos, máximo tres años deberían pensar en una nueva reforma que incorpore ese aspecto que es fundamental para el país”.
Sobre los efectos positivos que se espera conlleve la reforma, el contador indicó: “el recaudo de ingresos de dinero para el Gobierno, para inversión social, yo creo que el mayor beneficio que vamos a obtener, en la medida en que lo apliquen bien, obviamente, es el desarrollo adecuado del posconflicto. Yo creo que ahí es el tema importantísimo en el cual todos los colombianos de manera directa o indirecta vamos a estar beneficiados. Adicional, la inversión social o de infraestructura haría al país mucho más competitivo en la economía frente a otras economías del mundo”.
De otro lado, al ser interrogado sobre la importancia de que el país busque enmarcarse dentro de los estándares internacionales, Arboleda Cardona señaló: “digamos que eso es voluntariamente obligatorio; es decir, es voluntario porque no hay nada que nos obligue legalmente a acogernos a los estándares internacionales; sin embargo, es obligatorio porque hacemos parte de un modelo económico, en el cual Colombia decidió incorporarse –de la apertura económica, el modelo neoliberal- en donde para ser parte de ese modelo debemos intercambiar bienes y servicios. Para poder intercambiar bienes y servicios tenemos que estar a la par con aquellas economías que son referentes a nivel mundial. Hablamos de economías como la de Estados Unidos, economías como la de los diferentes países en Europa, entonces es un intercambio no solo de bienes y servicios, sino de información financiera para poder hablar un mismo idioma”.
¿Cómo ha avanzado el país en términos de la cultura o la educación en torno a los impuestos?
“Yo creo que culturalmente en Colombia estamos con una cultura inadecuada con respecto al manejo de los impuestos. Básicamente, la diferencia radica en el buen manejo a los recursos que han hecho otros países referentes para nosotros como es el caso de Estados Unidos, por ejemplo, una economía totalmente referente. En ese sentido a Colombia le hace falta más compromiso ciudadano, por parte nuestra como contribuyentes, y también un compromiso político, por parte de las autoridades o del Gobierno, quienes se encargan de recaudar, administrar y darle una finalidad a esos recursos”, puntualizó James Arboleda Cardona.