FCHE diplomó a 210 líderes sociales

 

El Diplomado en Posconflicto fue el primero realizado en la ciudad en torno al temay fue operado por la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín.

Tras completar un proceso comprendido por 75 horas de formación, cinco cineforos, seis seminarios taller, cinco activaciones lúdicas, una obra de teatro y una ponencia colectiva, el 19 de noviembre fueron certificados 210 líderes sociales que participaron de manera activa en el primer Diplomado en Posconflicto, un proyecto priorizado por el programa de Planeación Local y Presupuesto Participativo de la Comuna 10 y operado por la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín, en contrato interinstitucional con la Secretaría de Participación Ciudadana de la Alcaldía de Medellín.

Durante el acto que dio cierre a este proceso formativo, que contó con la presencia de invitados destacados como el líder político y gremial Aurelio Suárez; el senador Jorge Robledo y el exalcalde de Medellín Alonso Salazar, el decano de la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín, Yobenj Aucardo Chicangana Bayona, destacó: “el diplomado en posconflicto capacitó a 210 líderes sociales en los retos que traerá para nuestro país una nueva posición política por parte de los principales líderes del Estado y la población civil, sin precedentes en la historia de Colombia. Aquí no solo se promueve el nombre de nuestras instituciones sino que se les articula para generar espacios de discusión y formación con impacto social en aras de plantear los retos de una reforma rural, una justicia transicional, acuerdos de víctimas y la postura estatal frente a la lucha contra las drogas ilegales”.

Asimismo, Valeria Molina, subsecretaria de Formación y Participación de la Alcaldía, resaltó el esfuerzo inconmensurable de quienes invirtieron su tiempo libre en pensar la construcción de paz y aseguró: “queremos volcarnos a que los territorios tengamos la capacidad de planearnos y de tener una visión a largo plazo y, de hecho, éste es uno de esos proyectos rescatables de Presupuesto Participativo, donde vemos unos líderes empoderados, que tienen la capacidad de entender la importancia de formar políticamente a las personas en sus territorios para que se logre incidencia desde lo político y desde muchos ámbitos dentro de esta Comuna 10 (…) Éste es uno de esos proyectos que son muy bonitos y exitosos porque tienen una incidencia, tienen un sentido y están atados a la planeación local de sus territorios”.

En suma, algunos de los asistentes al Diplomado expresaron lo valioso que fue para ellos hacer parte de este proceso:

“Para mí la experiencia dentro del diplomado, primero, significó ser partícipe de unos espacios de construcción de paz, es decir, entender que la paz no es un escenario que se construye en unas negociaciones entre el Gobierno y las Farc, sino un escenario donde también interviene la ciudadanía, a partir de gestionar, primero, propuestas dentro de nosotros mismos para poder decir cómo afrontar ese futuro contexto al que nos enfrentaremos, pero también escenarios de la palabra, es decir, escenarios donde se discute, donde podemos hacer de nuestras diferencias más que un conflicto, un mecanismo por el cual poder construir mejores propuestas en función de que hay una visión más amplia de las situaciones. Para mí, en conclusión, el proceso del diplomado significó eso, un escenario de construcción de paz desde la palabra pero también de aprendizaje académico”, aseveró Héctor Arturo Torrado Díaz, historiador de la Universidad Nacional de Colombia y quien a la fecha trabaja en un proyecto de extensión de la FCHE.

Finalmente, la socióloga y docente María Isabel Giraldo Velásquez, indicó: “Me pareció muy importante el Diplomado porque para mí fue un abrebocas para trabajar y seguir y persistir en el tema de la pedagogía para la paz, con el enfoque de educación popular, con el enfoque de construcción de saberes colectivos, con la intención de transformarnos como seres humanos, como personas, como grupos, como colectivos y pienso que por fin hemos ido entendiendo paulatinamente a través del tiempo y de estos procesos que es muy importante reconocer la pluriculturalidad, las diferencias, no excluir a nadie, donde participemos mujeres, jóvenes, adultos mayores, es decir, personas de distintos colores, razas, creencias. Entonces me parece que esto fue como una forma de decir sí podemos y sí es posible seguir soñando”.